(Apolonio de Tiana relata a Menipo un cuento que oyó de niño sobre el
origen de las fábulas de Esopo)
...Y a mí, Menipo, mi
madre me enseñó de muy niño una historia acerca de la sabiduría de Esopo: que
Esopo fue en tiempos pastor y apacentaba su rebaño cerca de un templo de Hermes, y que estaba enamorado de la sabiduría y le pidió que se la concediera. Otros
muchos frecuentaban a Hermes pidiéndole lo mismo; uno colgaba del altar oro; otro, plata; otro, un
caduceo de
marfil; otro, alguna cosa valiosa
por el estilo. Pero Esopo no estaba en situación de
tener nada de eso, sino que ahorraba de lo que
tenia y le ofrecía libaciones de leche,
toda la que daba una oveja ordeñada; llevaba al altar un panal como para colmar
una mano, y pensaba incluso convidarlo con
mirtos, ofreciéndole a la vez unas
pocas rosas o violetas. “¿Qué razón hay,
Hermes”.
decía, “para que trence coronas y
desatienda mis rebaños?” Y así llegaron al día señalado para la distribución de
la sabiduría. Hermes, como dios de la elocuencia y dispensador de ganancias que
es, dijo: “Tú, ten la filosofía” al que había hecho sin duda más ofrendas; y:
“Tú, ocupa tu lugar entre lo oradores”, al que le había agradado en segundo
lugar. “Tu puesto será dedicarte a la astronomía.” “El tuyo, ser músico; el
tuyo, poeta del metro heroico; el tuyo, poeta yámbico.” Y luego, aun cuando era
muy sabio, agoto sin querer todas las partes de la filosofía y no se dio cuenta
de que había dejado fuera a Esopo. Se acuerda entonces de las Horas, por las
que el mismo fuera criado en las cumbres del Olimpo: que, cuando estaba aún en
pañales, por haberle contado una historia acerca de una vaca, en la que la vaca
dialogaba con el hombre acerca de sí misma y de la tierra, le habían hecho
desear las vacas de Apolo; así que le concede entonces a Esopo la fabulística,
que era lo que quedaba en la morada de la sabiduría, diciéndole: “Ten lo
primero que aprendí.” Efectivamente, las múltiples formas del arte salieron de allí
para Esopo, y a este resultado llegó el asunto de la fabulística.
Libro V, 14
Traducción: Alberto Bernabé Pajares
Vida de Apolonio de Tiana. Filóstrato.
Biblioteca Básica Gredos, 2002.
Traducción: Alberto Bernabé Pajares
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