Nos cuenta esto en el Jardín de Flores Curiosas. El relato de un viaje a una extraña isla muy alejada de la costa y de todas las cosas maravillosas, extraordinarias que allí se ven. Y me viene a la mente Swift y su obra “Una modesta propuesta para evitar que los hijos de los pobres sean una carga para sus padres o su país, y para hacerlos útiles al público” y me viene a la mente el INSERSO en el que estoy pronto a pertenecer.
"Usan de veintiocho letras, y sin ellas de otros siete caracteres, que cada uno de ellos se interpreta de cuatro maneras para la significación de sus intenciones. Son todos de muy larga vida, porque comúnmente llegan a ciento cincuenta años, y por la mayor parte sin tener enfermedad ninguna; y los que tienen alguna larga enfermedad por ley son apremiados a que mueran, y lo mismo cuando llegan a cierta edad que tienen por cumplida, en la cual ellos, de su propia voluntad, se matan."
https://youtu.be/GqSv-Z6Lxc8
Tiene su punto que el Jardín de flores curiosas fuese escrito por un tal Antonio de Torquemada y que la Inquisición lo incluyera en el Índice (eso cuenta Google Books). Claro que no todos los Torquemada habían de ser tan puntillosos en materia de doctrina como Fray Tomás de Torquemada,
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