Celebramos en estos días las bondades que la lactancia natural ofrece a los
recién nacidos, ya sean a término o prematuros. En la Antigüedad,
sin fórmulas lácteas adaptadas como alternativa segura a la leche
de la madre, sólo era posible usar bien leche de otros mamíferos, bien la lactancia mercenaria.
Al parecer, en la Roma clásica hubo un lugar denominado columna
lactaria, situado estratégicamente entre el mercado de las verduras (forum
olutorium) y el de los animales (forum boarium) en el que se podía
encontrar amas de cría para niños menesterosos.
Quien nos da brevísima noticia de ello es Festus, gramático del siglo II en
su De verborum significatu, quien al
referirse a la palabra lactaria dice:
“Lactaria columna in foro olitorio dicta, quod
ibi infantes lacte aleados deferrebat”.
(“La columna lactaria en el Foro Olitorio,
así llamada porque pueden llevar los niños para ser amamantados.”)
V.J.
Bastús i Carrera (1830) en su Diccionario
Histórico añade otros detalles que dan cuenta de la caridad de las matronas romanas: "Algunas (madres) por indigencia o inhumanidad
les dejaban expuestos en el pedestal de la misma en el cual había una especie
de cuartito. Juvenal dice que las mujeres de consideración y posibilidades iban
muy a menudo a tomar alguna de aquellas infelices criaturas para hacerlas criar
en su casa y las de quien nadie se encargaba eran mantenidas a expensas del
público."
No hay comentarios:
Publicar un comentario