Afortunadamente, a la altura del año 2021, todos y todas y todes estamos de acuerdo, en que el parto es uno de los momentos más bellos, emotivos y patéticos por los que una mujer cis y un varón trans y su pareja (varón, mujer, quien sabe si cyborg en los años venideros) van a pasar a lo largo de su vida. Lamentablemente la historia de la humanidad, o más bien de los seres humanos de cada uno de los siglos que nos han precedido, no ha tenido al embarazo y al parto en el mismo grado de excelsa admiración.
Traemos hoy a esta página una visión que hoy, tiempos correctos, sería inadmisible. Pero lo ha sido de cuando la visión era extraordinariamente negativa, desagradable, nihilista. Aquí queda como muestra de lo que fue y de lo que afortunadamente, ya no será.
EL THEATRUM MUNDI (1558) DE PIERRE BOAISTUAU Y SU TRADUCCIÓN CASTELLANA POR EL MAESTRO BALTASAR PÉREZ DEL CASTILLO (1569), CANÓNIGO DE BURGOS
"Continuando la lastimosa tragedia de la vida
humana, començando por el principio y origen y generación, y luego discurriendo
por todas las edades, y particularidades de su vida, hasta llegarle a enterrar
y meterle en la sepultura, fin y paradero de toda las cosas. Ponderemos primero
de qué simiente se engendra. ¿Es por ventura otra cosa sino la suziedad y
corrupción? ¿Y el lugar donde naze, qué es sino una suzia, y hedienda cárcel? Quanto
tiempo esta en el vientre de su madre que no tiene otro parecer, sino el de un
pedaço de carne momia sin sentido ni ser. Desta manera se engendra el hombre
cuando la madre ha recibido en sí, y guardado aquellas dos simientes y
calentándolas con el calor natural se engendra y concrea, alrededor de aquellas
dos simientas una pellejica, que casi parece a la que hallays en quebrando la
cáscara de un uevo asado, por manera que más parece huevo abortado que otra
cosa.
Y después de mucho tiempo de aver comido y
susténtandose de aquella ponçoña, y que está formado y de razonable cuerpo y
grandeza, teniendo ya necesidad de más comer, y no podiendo por el ombligo
tirar tanto mantenimiento como ha menester para sustentarse, buelvese con gran
ímpetu y por buscar de comer haze de tripas coraçon, y andando de aquí para
allí rompe todas aquellas pannículas, embolturas y pellejicas y mantillas de
cuero en que ha estado embuelto hasta entonces. Más no poder la madre sufrir el
daño que desto le viene, no le quiere más sufrir ni tener en casa, y así procura
tras él y revolviéndose hazia la boca de la madre, sale a la luz de este mundo,
no sin grandes dolores, empuxones, y con hartos estribones de la madre, y con
lo menor trabajo y daño de su delicado cuerpezuelo.
Por manera que si atentamente consideramos la gran
miseria de nuestro nacimiento hallaremos muy verdadero el antiguo refrán y
proverbio, que dize que nos conciben nuestras madres en suziedad y hediondez,
paren con dolor y tristeza, crian y sustentan con gran trabajo y cuidado. Este
es pues el primer acto y entremés de la tragedia de nuestra vida humana.
¿Qual es el primer cantar que canta el hombre en
entrando en este mundo? Lágrimas, sospiros, sollozos y gemidos, mensajeros
ciertos; agüeros y descubridores de las miserias que sabe le han de sobrevenir,
las cuales no pudiendo exprimir con palabras da a entender con voces y gritos.
No cantan otro cantar los monarcas, reyes, príncipes y emperadores, y todos los
grandes señores que hacen tragedias, rebuelbenlo de abaxo arriba y hacen del cielo
cebollas en este mundo. El más pequeño gusano que cria naturaleza sabe en
nasciendo andar, buscar de comer y todo lo de lo más necesario para su vivir.
El pollito en saliendo del casco se halla libre, y desembaraçado no tiene necesidad
que le laven y limpien como al hombre, luego corre tras la madre, entiende
cuando le llama, comienda a picar y comer, huye y teme al milano sin aver
recibido dél mal ni daño, por solo instinto natural se aparta del peligro. Mas y
mirad y contemplad al hombre acabado de nacer, que se la comerá cualquiera de
los otros animales sin poder defenderse ni valer.”
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