domingo, 27 de febrero de 2022

!A LA ESCUELA NO, POR FAVOR!

Que a lo largo de la historia los campesinos han sido muy pobres lo sabíamos. Que los niños trabajaban a muy temprana edad y no acudían a la escuela lo sabíamos. Ahora lo leeremos en palabras de Lev Tolstoi en su cuento La mañana de un terrateniente.


adjudicaron a la reserva y otros fueron a dar a los campos del barin. Estoy solo, estoy viejo... me gustaría trabajar duro, pero ya no tengo fuerzas. Mi vieja está enferma, y encima año con año y lo que trae al mundo son hijas: y a todos hay que alimentarlos. El resultado es que sólo yo trabajo, y son siete bocas las que comen en esta casa. Que Dios me perdone, pero a menudo pienso: ¿no se podría llevar algunas? Para mí sería más fácil y ellas estarían mejor allá que penando en estas miserias...

-¡Ay!—suspiró ruidosamente la vieja, como las palabras de su marido.

en apoyo a -No tengo más ayuda que ésta-continuo Churis, señalando a un muchachito de cabellos rubios y enorme barriga que no debía tener más de siete años, y que justo en ese momento entraba tímido en la isba con un chirrido apenas audible de la puerta. Miró al señor con sus ojos sorprendidos y con ambas manitas se agarró a la camisa de Churis—. Aquí está toda mi ayuda—continuó con voz sonora Churis, pasando su mano áspera por los rubios cabellos del pequeño—, ¿cuánto habrá que esperar? Y cada vez tengo menos fuerzas para la faena. Ya no por la vejez, sino por esta hernia mía que me está ma

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tando. Cuando el frío aprieta podría gritar. Hace ya mucho que tenía que haberme retirado, haberme ido con los viejos. Ahí tiene a Ermílov, a Demkin, a Ziábrev, todos son menores que yo y hace ya mucho que han dejado las tierras. Pero yo no tengo en quién apoyarme, ésa es mi desgracia. Hay que comer: por eso lucho, su excelencia.

-Me gustaría hacerte la vida más fácil, de verdad. ¿Qué podemos hacer?-dijo el joven terra

teniente mirando al campesino con compasión. -Pero ¿cómo más fácil? Ya se sabe que cuando uno tiene tierras, tiene que afanarse, así son las cosas. El niño acabará por crecer. Sólo que le pido por favor que no me lo obligue a ir a la escuela. El otro día vino un agente de la policía para decir que usted, su excelencia, exigía que , fuera a la escuela. A él, por favor, libérelo: ¿qué ¿ cabeza puede tener? Es muy pequeño, no entiende nada.

-No, eso sí que no-replicó Nejliúdov, Te guste o no, el pequeño ya entiende las cosas у debe ir a la escuela. Lo digo por tu bien. Date cuenta, cuando él crezca la casa estará a su cargo y si sabe leer y escribir, podrá leer en la iglesia y con la ayuda de Dios todo en tu casa irá me

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jor-dijo Nejliúdov, intentado expresarse de la manera más comprensible y al mismo tiempo sonrojándose y vacilando.

> -No discuto, su excelencia; su merced quiere nuestro bien, pero entonces no habrá quien se quede en casa: mi vieja y yo estamos todo el día trabajando, y él, aunque sea pequeño, algo ayuda: mete el ganado, da de beber a los caballos. Sea como sea, es un campesino. —Y Churisionok sonriendo agarró con sus toscos dedos la nariz del muchachito para que se sonara.

-Pues mándalo cuando estés en casa y él tenga tiempo, ¿me oyes? Sin falta.

Churisionok exhaló un profundo suspiro y no respondió.

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UCRANIA Y LAS TROYANAS


En la terrible y dolorosa guerra de Ucrania que las televisiones nos transmiten en directo (la primera fue la del Vietnam y aún la recuerdo en aquellas televisiones de rayos catódicos y lámparas) en blanco y negro) sufren y van a sufrir hombres, mujeres y niños. Como todas las odiosas guerras son la misma guerra oigamos la voz de Eurípides en Las Troyanas. Aquí el Coro trágico avanza lo que teme y se avecina. La voz del siglo V a. C es de plena actualidad.



CORO

 

Entona, oh musa, canto fúnebre y nuevos versos

acompañados de lágrimas, deplorando la suerte de

Troya (Ucrania), porque ahora comenzaré en su alabanza con

voz clara triste canción, y lloraré su ruina y mi funesta

suerte, cautiva de la guerra, merced del caballo

de madera que abandonaron los griegos (rusos) a las puertas,

llenas sus entrañas de armas. Los troyanos (ucranianos),

animados con alegres cánticos, se precipitaron ciegos

al abismo que había de perderlos, pensando que

era un presente grato a la virgen inmortal que desconoce

el matrimonio; ciñéronlo con lazos de retorcido

lino, como si fuese el negro casco de una nave,

y arrastrándolo se encaminaron hacia la morada de

Atenea funesta enemiga de mi patria. Apenas había

terminado esta fiesta nos envolvieron las tinieblas

de la noche, y en toda ella no dejaron de oírse la

flauta y los alegres cánticos al compás de las danzas.

Yo, entonces, formando coros celebraba en mi albergue

a la virgen que habita en los montes. Voz

funesta se oyó, y los tiernos niños, agarrándose de

los vestidos de sus madres, extendían aterrados sus

brazos y Ares salió de su escondite por obra de

Atenea. Alrededor de los altares morían mis hermanos,

y en los aposentos destinados al sueño, y en el

silencio de la noche, nos arrebataban nuestros esposos,

y nos vencía la Grecia (Rusia), madre de jóvenes guerreros.





sábado, 26 de febrero de 2022

NIÑOS Y LEÓN DE PAJA

Los niños y el mundo que les rodea está plagado de ternezas y delicadezas. Sus objetos y sus juguetes sirven para realizar hermosas comparaciones. Aquí tenemos al beato Juan de Ávila en su Epistolario espiritual quitando hierro a las cuitas y dolores que un amigo enfermo predicador sufre.


¿Pensava Vuestra Reverencia que no avía de andar á solas sin carretilla y sin que mano agena le tuviesse por la suya? ¿Y cómo, padre, avía de aprender á andar? ¿Todo avía de ser comer manjar de niños, papitas y leche? ¿Y cómo avía de ser perfecto varón? ¡O padre mío!, y si no fuesse porque veo á V. R. penado, y quán de buena gana, oyéndole quexar y temblar, me reiría yo, como quien oye á un niño llorar y temblar, porque le han asombrado con un león de paja ó con una máscara!