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domingo, 1 de mayo de 2022

LOS CURAS Y SUS SOBRINAS




Andanada contra los curas amancebados y contra sus rameras. En línea claramente erasmista. Canto XV de El Crotalón.


 "Estando pues mirando esta tragedia cruel, llegó al río una gran multitud de almas que querían pasar, las cuales todas venían hermosas, agraciadas y bien dispuestas al pareçer, y miré que cada una dellas llevaba un ramillete en la mano, cuál de enzina, cuál de castaño, roble y çiprés; yo pregunté a mi ángel qué compañía era aquélla de almas que estaban allí, porque me pareció ser para el infierno de demasiado solaz. Él me respondió, que todas eran almas de mançebas de clérigos, yo le pregunté: «Pues, ¿qué significan aquellos ramilletes que llevan en las manos, pues en ellas no denotan la virginidad?»; y él me respondió que desde la primitiva Iglesia habían sido las mançebas de los abbades mulas del diablo para acarrear leña para atizar el fuego del infierno, y que por ser entonçes pocas, aunque traían grandes cargas, no lo podían abastar, y agora les mandaban que llevasse cada una un solo ramillete con lo cual por ser tantas bastaban proveer con gran ventaja lo que antes no se podía con mucho basteçer; y ansí las arrebataron sus demonios atormentadores y las metieron en el río Flegeton."





LA MALA FAMA


Los médicos de estos siglos eran malfamados y sujetos de numerosas invectivas, chanzas y sarcasmos. Veamos El Crotalón como se despacha a gusto con ellos en el Canto XV a la par que nos describe perfectamente los efectos de un ofidio extramadamente venenoso. Aquí se compara la sangría por la que muere el galeno con las sangrías que él hacía a desmano.



"A otra alma que iba huyendo del fuego y prisión mordió una serpiente llamada hemorrois en un braço y luego súbitamente saltó dél al suelo y quedó toda el alma acrebillada de agujeros pequeños y muy juntos, por los cuales la ponçoña les salía envuelta en sangre, de manera que por todos los poros  le manaba con gran continuaçión, y las lágrimas que por los ojo le salía era de aquella emponçoñada de sangre; y por las narizes y boca le salía un grande arroyo sin nunca çesar; todas las venas se abrieron y súbitamente se desangró, y con gemidos muy doloridos parecía morir sin poder acabar; y ansí tomándola un demonio sobre sus espaldas se lançó al fuego con él. Ésta era un alma de un médico que en el mundo con gran descuido sin estudio ni consideración usaba de la medicina por sólo adquirir honra y riquezas, principalmente usaba de la sangría con peligro de los pacientes sin miramiento alguno."