Así se destetaba en el XIX.
"Por lo demás, todos habían pasado momentos muy amargos en aquel
al que volvían la espalda; y los recuerdos tristes, a la larga, afean siempre
en la mente los lugares que los suscitan. Y si estos lugares son aquéllos
donde hemos nacido, hay quizá en tales memorias algo más áspero y
punzante. También el niño, dice el manuscrito, reposa a gusto en el seno
de la nodriza, busca con avidez y confianza el pecho que lo ha alimentado
dulcemente hasta entonces; pero si la nodriza, para destetarlo, lo moja con
ajenjo, el niño retira la boca, luego vuelve a probar, y finalmente se aparta;
llorando, sí, pero se aparta."
Capítulo XXXVIIII. Alessandro Manzoni. Los novios.
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