jueves, 27 de enero de 2022

DE PADRES E HIJOS

A veces las generaciones, lejos de mejorar, se vienen abajo y las esperanzas, benditas esperanzas decaen. Cada uno debe ser él mismo. Pero en general, tener una familia, padre o madre bien posicionado en la sociedad te ayuda. ¡Vaya si te ayuda¡ Lo podemos ver en este breve pasaje de la Vida de los sofistas de Filóstrato, colección de vidas y obras de estos pseudofilósofos que al parecer supieron entender bien cómo funciona una sociedad política de ayer y de siempre.
La anécdota habla de Rufo de Perinto.




Llegó a ser el más rico de cuantos habitaban las tierras del Helesponto y la Propóntide y tuvo enorme fama en Atenas por su habilidad en la improvisación, lo mismo que en Jonia e Italia, y nunca se indispuso con una ciudad o una persona, sino que percibía las rentas de su carácter afable. Se cuenta que fortalecía su cuerpo con ejercicios, llevaba siempre un severo régimen alimenticio y se sometía a un entrenamiento parecido al de los atletas profesionales. Fue discípulo de Herodes Ático, en su adolescencia, y de Aristocles, en su juventud, y, aunque recibía de éste grandes elogios, él se enorgullecía, más bien, de Herodes, llamándolo su señor, lengua de Grecia, rey de la elocuencia y cosas semejantes. Murió en su patria a los sesenta y un años, dejando hijos de los que no puedo decir nada notable, salvo que son hijos suyos.


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