miércoles, 19 de abril de 2023

SUEÑOS INFANTILES





Postulaba Sigmund Freud que los sueños infantiles son los más simples de descifrar o de explicar ya que en general, solo son la expresión de un deseo insatisfecho, sin elaboración alguna. Serían como la unidad mínima de sueño, la mónada onírica. 
Recuerda en cierto modo la argucia de Santiago Cajal para estudiar primero las neuronas del sistema nervioso en el embrión de pollo, evitando así que con el progreso del desarrollo, que estas conexiones se enmarañaran y entretejieran.
En todo caso Antonio Machado, simple y bellamente nos conecta las frustraciones de la infancia y la vejez. ¡Sublime¡

Antonio Machado, Parábola CXXXVII de sus Campos de Castilla.




Era un niño que soñaba
 un caballo de cartón. 
Abrió los ojos el niño
 y el caballito no vio. 
Con un caballito blanco 
el niño volvió a soñar; 
y por la crin lo cogía...
 ¡Ahora no te escaparás! 
Apenas lo hubo cogido, 
el niño se despertó. 
Tenía el puño cerrado. 
¡El caballito voló! 
Quedóse el niño muy serio 
pensando que no es verdad 
un caballito soñado. 
Y ya no volvió a soñar. 
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor, 
y a su amada le decía: 
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo 
pensaba: Todo es soñar, 
el caballito soñado
y el caballo de verdad
Y cuando vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó¡







lunes, 17 de abril de 2023

"AUTO-EUTANASIA" O UNA MODESTA PROPOSICIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LAS PENSIONES EN ESPAÑA


Nos cuenta esto en el Jardín de Flores Curiosas. El relato de un viaje a una extraña isla muy alejada de la costa y de todas las cosas maravillosas, extraordinarias que allí se ven. Y me viene a la mente Swift y su obra “Una modesta propuesta para evitar que los hijos de los pobres sean una carga para sus padres o su país, y para hacerlos útiles al público” y me viene a la mente el INSERSO en el que estoy pronto a pertenecer.



"Usan de veintiocho letras, y sin ellas de otros siete caracteres, que cada uno de ellos se interpreta de cuatro maneras para la significación de sus intenciones. Son todos de muy larga vida, porque comúnmente llegan a ciento cincuenta años, y por la mayor parte sin tener enfermedad ninguna; y los que tienen alguna larga enfermedad por ley son apremiados a que mueran, y lo mismo cuando llegan a cierta edad que tienen por cumplida, en la cual ellos, de su propia voluntad, se matan."


https://youtu.be/GqSv-Z6Lxc8

PARECIDOS RAZONABLES E IGUALDAD DE GÉNERO


En su Jardín de Flores Curiosas Antonio de Torquemada nos cuenta esta deliciosa anécdota sobre los sosías.



LUIS.

-Bien lo podéis contar por cosa maravillosa, y pocas o ninguna vez vista en nuestra España, a lo menos en los tiempos de ahora; pero también era gran similitud la que había entre el emperador Augusto César y un mancebo que vino a Roma, según lo cuenta Macrobio en el libro segundo de los Saturnales; y diciendo a Augusto cuánto se le parecía, le mandó llamar, y, maravillándose de ver en él su figura como en un espejo, le preguntó: 
«¿Tu madre ha venido alguna vez a Roma?», queriendo dar a entender que por ventura sería hijo de su padre; pero el mancebo, que avisado era, entendiendo la malicia, respondióle con otra, diciendo: 
«Mi madre nunca vino a Roma, pero mi padre estuvo muchas veces en ella». Y aunque esta historia sea muy común y referida por muchos, no la puedo dejar de decir, por venir tan a propósito de lo que se trata.


domingo, 16 de abril de 2023

GALLINAS ET HOMINES IN MASCULINUM SEXUM FUISSE

¿Conocían ya los romanos la posibilidad del transgénero? - No. Aunque encontremos esta frase en Civitate Dei, que nos sorprende. La AI viene en nuestra ayuda y cuando se le pregunta por la fuente de esta frase nos informa que: 

"El autor latino que escribió "Gallinas et homines in masculinum sexum fuisse" fue Servio, un gramático y comentarista de Virgilio del siglo IV d.C. Esta frase se encuentra en su comentario al libro IV de la Eneida, donde explica el uso del género gramatical en latín. Servio cita esta frase como un ejemplo de una opinión errónea atribuida a Aristóteles, según la cual las gallinas y los hombres habrían sido originalmente del género masculino. Servio rechaza esta idea y afirma que el género de los nombres depende de la naturaleza, la costumbre o la arbitrariedad. Servio es uno de los autores más importantes para el estudio de la gramática latina antigua y de la literatura virgiliana."







domingo, 9 de abril de 2023

CUIDAR A UN NIÑO PEQUEÑO.



Conciliación laboral de antaño o a la fuerza ahorcan.

Antonio Machado, Campos de Soria, IV




¡Las figuras del campo sobre el cielo! 
Dos lentos bueyes aran 
en un alcor, cuando el otoño empieza, 
y entre las negras testas doblegadas 
bajo el pesado yugo, 
pende un cesto de juncos y retama, 
que es la cuna de un niño; 
y tras la yunta marcha un hombre que se inclina hacia la tierra, 
y una mujer que en las abiertas zanjas arroja la semilla. 








viernes, 7 de abril de 2023

DEPRESIÓN, AMOR E HIPERESTESIA



De la hermosura de las tres bellas princesas enamoradas de tres donceles cristianos, las penas de amor. El autor, el mismo, las princesas las mismas, el amor y la tristeza las mismas. ¡ Bonjour, tristesse¡




"En el centro del pavimento de mármol había una fuente de alabastro, rodeada de flores y hierbas aromáticas, de la que surgía un caudal de agua que refrescaba todo el edificio y producía un murmullo arrullador. Dando vuelta al salón veíanse colgadas jaulas de alambre de oro y plata, con pajarillos del más fino plumaje y de armoniosos trinos. Siempre se mostraron alegres las princesas en el castillo de Salobreña, por cuya razón esperaba el rey verlas entusiasmadas en el Alcázar.

Pero con gran sorpresa suya, empezaron a languidecer, tristes y melancólicas con cuanto las rodeaba. No recibían deleite en la fragancia de los flores; el canto del ruiseñor turbaba su sueño por la noche y no podían soportar con paciencia el eterno murmullo de la fuente de alabastro, desde la mañana a la noche y desde la noche a la mañana."




Insuperable. (RIP) (*)



DE NIÑA A MUJER ...

Veamos cómo, sepamos cómo se puede escribir, suave y tiernamente la llegada de la madurez al cuerpo de una mujer...o de tres. Ni Julio Iglesias.
Oigamos a W. Irving en La leyenda de las tres hermosas princesas.


" —¿Habrá en la tierra un ser más noble que aquel caballero vestido de carmesí?-exclamó Zaida, la mayor de las hermanas. ¡Mirad qué arrogante marcha, como si todos los que le rodean fuesen sus esclavos! -¡Fijaos en aquél vestido de verde!-exclamó Zoraida—. ¡Qué gracia! ¡Qué gentileza! ¡Qué espíritu! La gentil Zorahaida nada dijo, pero dió su preferencia, en secreto, al caballero vestido de azul.

Las tres princesas continuaron mirando fijamente a los prisioneros hasta que se perdieron de vista; entonces, suspirando tristemente, se volvieron, mirándose un momento unas a otras, y sentáronse pensativas en sus otomanas.

En esta actitud las encontró la discreta Kadiga. Contáronle ellas lo que habían visto, y hasta el marchito corazón de la dueña se sintió conmovido.

-¡Pobres jóvenes!-exclamó-. ¡Apostaría que su cautiverio ha dejado dolorido el corazón de algunas bellas y linajudas damas de su país! ¡Ah, hijas mías! No te néis una idea de la vida que esos caballeros llevan en su patria. ¡Qué elegancia en los torneos! ¡Qué devoción por sus damas! ¡Qué serenatas y galanteos!

La curiosidad de Zaida se despertó en extremo; era insaciable en preguntar y oír de labios de su dueña las más animadas descripciones de los episodios de sus días juveniles en su tierra natal. La hermosa Zoraida levantaba la cabeza y se miraba disimuladamente en su espejo, cuando la conversación recaía sobre los encantos de las damas españolas; mientras Zorahaida ahogaba sus suspiros al oír contar lo de las serenatas a la luz de la luna.

Diariamente renovaba sus preguntas la curiosa Zaida, y diariamente repetía sus relatos la discreta dueña, siendo escuchada por sus bellas oyentes con profundo interés y frecuentes suspiros. La prudente anciana cayó por último en la cuenta del daño que estaba causando. Acostumbrada a tratar como niñas a las princesas, no había considerado que insensiblemente habían ido cre ciendo y que ahora tenía ante sí a tres hermosas joven citas en edad del matrimonio. «Ya es hora-pensó la dueña de avisar al rey.
>> Hallábase sentado cierta mañana Mohamed el Zurdo sobre un diván en uno de los frescos salones de la Alhambra, cuando llegó un esclavo de la fortaleza de Salobreña, con un mensaje de la prudente Kadiga, felicitándole por el cumpleaños de sus hijas. Al mismo tiempo le presentó el esclavo una delicada cestilla adornada de flores, dentro de la cual, sobre un lecho de pámpanos y hojas de higuera, venía un melocotón, un albaricoque y un prisco, cuya frescura, agradable color y madurez eran una verdadera tentación. 
El monarca, versado en el lenguaje oriental de frutas y flores, adivinó al momento el significado de esta simbólica ofrenda. 
«De manera -se dijo que ha llegado el período crítico señalado por los astrólogos: mis hijas están en edad de casarse. ¿Qué haré? Se hallan ocultas a las miradas de los hombres y bajo la custodia de la discreta Kadiga. Todo marcha perfectamente; pero no están bajo mi vigilancia, como previnieron los astrólogos; debo recogerlas al amparo de mis alas y no confiarlas a nadie."






Let's see how we can write, softly and tenderly, about the arrival of maturity in the body of a woman... or three. Not like Julio Iglesias. Let's hear from W. Irving in The Legend of the Three Beautiful Princesses.



"Is there on earth a more noble being than that knight dressed in crimson?" exclaimed Zaida, the eldest of the sisters. "Look at his arrogant stride, as if all those around him were his slaves!" "Look at that green dress!" cried Zoraida. "How graceful! How charming! What spirit!" Beautiful Zorahaida said nothing, but secretly gave her preference to the knight dressed in blue.

The three princesses continued to stare fixedly at the prisoners until they disappeared from view; then, sighing sadly, they turned, looking at each other for a moment, and sat pensively on their ottomans.

In this attitude they were found by the discreet Kadiga. They told her what they had seen, and even the withered heart of the dueña was moved.

"Poor young men!" she exclaimed. "I would bet that their captivity has left the hearts of some beautiful and noble ladies of their country sore! Ah, my daughters! You have no idea of the life those knights lead in their homeland. What elegance in tournaments! What devotion to their ladies! What serenades and gallantry!"

Zaida's curiosity was aroused to the extreme; she was insatiable in asking and hearing from her dueña's lips the liveliest descriptions of the episodes of her youth in her homeland. Beautiful Zoraida lifted her head and discreetly looked at herself in her mirror when the conversation turned to the charms of Spanish ladies, while Zorahaida choked back her sighs as she listened to the tales of moonlit serenades.

Every day Zaida renewed her questions, and every day the discreet dueña repeated her tales, listened to by her beautiful listeners with profound interest and frequent sighs. The prudent old woman finally realized the damage she was causing. Accustomed to treating the princesses like children, she had not considered that they had been growing imperceptibly and that she now had three beautiful young ladies of marriageable age before her. "It is time," she thought, "to warn the king."

One morning, Mohamed the Left-Handed was sitting on a divan in one of the cool halls of the Alhambra, when a slave from the fortress of Salobreña arrived with a message from the prudent Kadiga, congratulating him on the birthday of his daughters. At the same time, the slave presented the monarch with a delicate basket adorned with flowers, inside of which, on a bed of grape leaves and fig leaves, were a peach, an apricot, and a plum, whose freshness, pleasing color, and ripeness were a real temptation.

The monarch, versed in the oriental language of fruits and flowers, immediately guessed the meaning of this symbolic offering. "So," he said to himself, "the critical period foretold by the astrologers has arrived: my daughters are of marriageable age. What shall I do? They are hidden from the eyes of men and under the custody of the discreet Kadiga. Everything is going perfectly; but they are not under my watchful eye, as the astrologers warned; I must gather them under my wings and not entrust them to anyone."



jueves, 6 de abril de 2023

ALGUNOS GENES ...


Leyendo los famosos Cuentos de la Alhambra, de Irving, en su relato El legado del moro, sabremos al final el destino del moro y el aguador que encuentran un tesoro.




"El moro regresó al Africa, a Tánger, su ciudad natal, y el gallego se dirigió a Portugal con su mujer, sus hijos y su borrico. Allí, con la dirección y consejo de su esposa, llegó a ser un personaje de importancia, pues hizo aquélla que su digno hombrecillo cubriese su cuerpo y sus cortas piernas con jubón y calzas, sombrero de plumas y una espada al cinto, dejando el nombre familiar de Perejil y adoptando el más sonoro de Don Pedro Gil. Creció su prole con robustez y alegría, si bien todos de corta talla y patizambos; en tanto que la Señora Gil, cubierta de flecos, brocado y encajes de pies a cabeza, con brillantes sor tijas en todos los dedos, llegó a ser modelo de abigarrada elegancia."


PD. El cuadro es El patizambo de José de Ribera. Representa un mendigo napolitano con su bastón y un papel en el que se dice "una limosna, por amor de Dios". 



(Traducción con AI)

 

Reading the famous Tales of the Alhambra by Irving, in his story "The moor's Legacy," we will eventually learn the fate of the Moor and the water-carrier who find a treasure.

"The moor returned to Africa, to Tangier, his hometown, and the galician man headed to Portugal with his wife, children, and donkey. There, with the guidance and advice of his wife, he became an important figure, as she dressed up her worthy little man in a doublet, breeches, a feathered hat, and a sword at his waist, abandoning the family name of Perejil and adopting the more resonant one of Don Pedro Gil. His offspring grew with robustness and joy, though all of them of short stature and bow-legged; meanwhile, Señora Gil, covered in fringes, brocade, and lace from head to toe, with sparkling diamond earrings on all her fingers, became a model of gaudy elegance."


P.S. The painting is "The Patizambo" by José de Ribera. It depicts a Neapolitan beggar with his cane and a paper that says "an alms, for the love of God."