martes, 21 de junio de 2022

LA CONCILIACIÓN BOYERA


Machado. Campos de Castilla. Campos de Soria
III

Es el campo undulado, y los caminos ya ocultan los viajeros que cabalgan en pardos borriquillos, ya al fondo de la tarde arrebolada elevan las plebeyas figurillas, que el lienzo de oro del ocaso manchan. Mas si trepáis a un cerro y veis el campo desde los picos donde habita el águila, son tornasoles de carmín y acero, llanos plomizos, lomas plateadas, circuídos por montes de violeta, con las cumbres de nieve sonrosada.

IV

¡Las figuras del campo sobre el cielo! Dos lentos bueyes aran en un alcor, cuando el otoño empieza, y entre las negras testas doblegadas bajo el pesado yugo, pende un cesto de juncos y retama, que es la cuna de un niño; y tras la yunta marcha un hombre que se inclina hacia la tierra, y una mujer que en las abiertas zanjas arroja la semilla. Bajo una nube de carmín y llama. en el oro fluido y verdinoso del poniente, las sombras se agigantan.



72

lunes, 20 de junio de 2022

LA MUJER DE PEÑARANDA


https://www.google.com/amp/s/www.abc.es/cultura/arte/20150914/abci-barbuda-penaranda-entre-mujer-201509091223_amp.html



la mujer de Peñaranda. Cfr. Covarrubias: «La barba distingue en lo exterior el hombre de la mujer, porque a la mujer no le salen barbas, y si algunas las tienen, son de condición singular, como en nuestros tiempos hemos visto la barbuda de Peñaranda y otras algunas»>. 

375 Guzmán 2, iv

FRUTAS INSALUBRES



es tiempo de fruta, cuatro cerezas o guindas, dos o tres ciruelas o albaricoques, media libra o una de higos, conforme a los que había de mesa; empero tan limitado, que no había hombre tan diestro que pudiese hacer segundo envite. Las uvas partidas a gajos, como las merienditas de los niños, y todas en un plato pequeño, donde quien mejor libraba, sacaba seis. Y esto que digo, no entendáis que lo dan todo cada día; sino de sólo un género, que, cuando daban higos, no daban uvas, y, cuando guindas, no albarcoques. Decía el pupilero que daba la fruta tercianas y que por nuestra salud lo hacía *.




En tiempo de invierno sacaban en un plato algunas pocas de pasas, como si las quisieran sacar a enjugar, estendidas por todo él. Daba para postre una tajadita de queso, que más parecia viruta o cepilladura de carpintero según salía delgada, porque no entorpeciese los ingenios. Tan llena de ojos y trasparente, que juzgara quien la viera ser pedazo de tela de entresijo flaco. Medio pepino, una sutil tajadica de melón pequeño y no mayor que la cabeza. Pues ya, si es dia de pescado, aquel potaje de lentejas, como las de Isopo", y, si de garbanzos, yo aseguro no haber buzo 5¹ tan diestro, que sacase uno de cuatro zabullidas. Y un caldo proprio para tenir tocas

De castañas lo solían dar un día de antipodio 53 en la

Como señala Rico, «era creencia muy popular lo insano de

comer frutas. Gili, abajo: «extendidas»; la príncipe: «quezo»>. entresijo es propiamente «tela gruesa y llena de gordura, entretejida de nervios... Vulgarmente se toma por el medio del cuerpo, y que está debajo del vientre» (Dicc. Aut.). Cfr. Barezzi: chi l'avrebbe veduta, avrebbe giudicato essere un pezzo di quella pellecina sottilissima di panzetta di capretto, overo d'agnellino...; Gili, arriba: «transparente»,

Como señala Rico, se narra en La Vida de Isopet que Esopo quiso hacer una sopa con una sola lenteja para cumplir a la letra la orden de su amo. Cfr. Fábulas de Esopo, reproducción en facsimile de la primera edición de 1489 (Madrid, 1929, fol. IX). baze: ladrón. Cfr. II, 2., 4, n. 39.

Por el mucho azafrán que se le echaba, el caldo era amarillo. Como señala C. Bernis (Indumentaria española, pág. 106), las tocas eran «blancas amarillentas o listadas». Dice Covarrubias sobre el azafrán: tiene color de oro y es apacible, agradable y hermoso a la vista, y por esto se ha usado y se usa dar con él color a las tocas...>>

antipedio: sextraordinario, plato que se añade a la comida habituals (Dice.

372, Guzman 2, iv

UVAS JAVÍES Y HAMBRE


Yo quedé tan desnudo, que me vi solamente arrimado a 13 Si cuando tuve me regalaba, ya las paredes de mi casa deseaba tener algo con que poder pasar la vida y sustentarla. Perecía de hambre. Acordéme de mi mocedad haber conocido en Madrid un niño bien inclinado y de gallardo entendimiento para en la edad que tenía. Criábalo una señora, madre suya en amor, aunque no lo había parido. Túvolo siempre muy dotrinado y juntamente con esto bien regalado. Habíase criado en Granada, donde hay unas uvas pequeñuelas y gustosas, que allí llaman javíes ¹4. Pues como en Madrid el niño nunca quería comer de otras que de no las hubiese aquellas de su tierra, cuando vio que no se las daban, viendo unas albillas en la mesa, pidió uvas de las chicas, como solía. La madre le dijo: «Niño, aquí no hay uvas chicas que darte, sino éstas.>» El niño volvió a decir: «Pues, madre, déme désas, que ya las como gordas.»>

Ya yo las comía gordas. Todo me sabía bien y nada me hacía mal, sino sólo aquello que no comía. Que las vueltas de los tiempos obligan a todo y a valernos de cosas que a nosotros y a él son muy contrarias. Hube de hacer lo que no pensé, para poder siempre decir que ni el amor proprio me hizo dudar ni el temor temer, sin acometer a todos los medios de que me pudiese aprovechar. Y sin duda, si en una cosa perseverara, tengo para mí que me valiera della y por aquel camino; mas era colérico, gastaba el tiempo en principios y así nunca les vía los fines.

15 > Determinábame a ser bueno; cansábame a dos pasos. Era piedra movediza, que nunca la cubre moho y, por no sosegarme yo a mí, lo vino a hacer el tiempo. Vime desamparado de todo humano remedio ni esperanza de poderlo haber por otra parte o camino que de aquella sola casa. Púseme a considerar: «¿Qué tengo ya de hacer para comer?»> Morder en un ladrillo hacíaseme duro; poner un madero en el asa dor, quemaríase.

Vi la casa en pie no me podía dar género de ren No hallé otro mejor que acogerme a sagrado y díjem que

13 Compárese: «De manera, que ya no tenía part pared adonde arrimarme...» (II, 1.°, 7, pág. 115). , errata; Gili: <«<sustentalla>>.

abajo: «14 javies. Barezzi añade esta explicación: «cioè, uv Rico, abajo: «amor propio»>.

sustentala»

rinto». 15 Cfr. Correas: «piedra movediza, nunca moho la c ca la cubre moho»; Gili, arriba: «<les veía»>.

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Guzmán 2, 4, 363

ENSEÑAR LOS PRIMEROS PASOS

Hoy coinciden por maravilla el texto aportado y la imagen expuesta. Van Gogh y Mateo Alemán se dan la mano al pintar y al describir los primeros pasos de un infante. Los encontraremos en la segunda parte del Guzmán II, capítulo IV  y en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York.

"Parécenos, cuando nos vemos ahogados en la necesidad, que se olvida de nosotros y es como el padre, que, para enseñar a su hijo que ande, hace como que lo suelta de la mano, déjalo un poco, fingiendo apartarse dél. Si el niño va hacia su padre, por poquito que mude los pies, cuando ya se cae, viene a dar en sus brazos y en ellos lo recibe, no dejándolo llegar a el suelo; empero, si apenas lo ha dejado, cuando luego se sienta, si no quiere andar, si no mueve los pies y si en soltándolo se deja caer, no es la culpa del amoroso padre, sino del perezoso niño."



sábado, 18 de junio de 2022

MODORRO Y NARANJAS AGRIAS


Guzman 3, 309

mayor. Los que, cuando el reloj toca, dejando de contar la hora, preguntan las que da, siéndoles más decente y fácil el contarlas, lo cual procede las más veces de humor colérico abundante, mandamos a los tales que tenga[n] mucha cuenta con su salud y, siendo pobres, que el hermano mayor los mande recoger al hospital, donde sean preparados con alganas guindas o naranjas agrias", porque corren riesgo de ser muy presto modorros 50.


T.O.C


sucedieren, por vía de hermandad y junta, para que como les y por Nos establecidas, las guarden y cumplan en todo aquí se contiene y so la pena dellas. preve

por todo, según Otrosí, porque lo que primero se debe y conviene air para la buena expedición y ejecución de justicia son ofiales de legalidad y confianza, tales cuales convenga para negocio tan importante y grave, nombramos y señalamos por jueces a la Buena Policía, Curiosidad y Solicitud, nuesslegados, para que, como Nos y representando nuestra persona misma, puedan administrar justicia, mandando prender, soltando y castigando, según hallaren por derecho. Y Nos desde aquí señalamos por hermanos mayores desta liga los que fueren celosos, cada uno en su lugar y el que lo fuere más que los otros. Nuestro fiscal será la Diligencia y la Fama.

el muñidor Primeramente, a los que fueren andando y hablando por calle consigo mesmos y a solas o en su casa lo hicieren, condenamos a tres meses de necios, dentro de los cuales mandamos que se abstengan y reformen y, no lo haciendo, les volvemos a dar cumplimiento a tres términos perentorios, dentro de los cuales traigan certificación de su enmienda, pena de ser tenidos por precitos. Y mandamos a los hermayores los tengan por encomendados.

manos Los que paseándose por alguna pieza ladrillada o losas de la calle fueren asentando los pies por las hiladas o ladrios y por el orden dellos, que, si con cuidado hicieren, los condenamos en la misma pena ".

Los que, yendo por la calle, por debajo de la capa sacaren la mano y fueren tocando con ella por las paredes, admítense por hermanos y se les conceden seis meses de aprobación, en luego el hermano mayor les dé su túnica y las demás insigque se les manda se reformen, y si lo hicieren costumbre, mias, para ser tenidos por profesos. a

los bolos, cuando acaso se les tuerce Los que, jugando la bola, tuercen el cuerpo juntamente, pareciéndoles que, así como ellos lo hacen, lo hará ella, en su pecado morirán: declarámoslos por hermanos ya profesos. Y lo mismo mandamos entenderse con los que semejantes visajes hacen, de

precito: «condenado a las penas del infierno» (Dicc. Aut.). La , arriba: «celozos»; «emmienda»>.

principeVéase la nota de Rico: «Cfr. Gracián, Criticón, ed. M. Ro mero-Navarro, I, pág. 339: 'Dice que cuando uno se pase vaya con cuidado a no pisar las rayas, ni atienda a por mediosino donde cayere.»


Guzmán 2, 307

PSEUDOAPOLOGÍA DEL TABACO Y GUARDERÍAS


El tabaco, hoy lo sabemos, es una substancia cancerígena y el hábito tabáquico una adicción que es mejor no adquirir antes que intentar abandonarla con dificultad.
Pero las cosas no han sido así siempre, ya que tras su descubrimiento y acomodación a Europa, fue reputado de múltiples propiedades medicinales. En los años en que se escribió nuestra obra de cabecera era esta última opinión ya vulgar, tanto que Guzmán la utiliza para ponderar con ironía, orgullosamente, sus cualidades. 



"No es aqueste lugar para tratar sus virtudes; 
vengo a las mías, que aquel tiempo eran más que las del tabaco."

Como curiosidad cabe señalar que ya en Nueva España, el negocio del tabaco y sus cigarreras obligó a crear la primera
de las guardería en América. 

¡No hay mal que por bien no se torne.¡


Guzmán 2, 304

Arch Cardiol Mex. 2015;85(4):318---322



"Cabe mencionar que justamente hacia fines del siglo xviii se crearon las primeras guarderías infantiles de México para los hijos de quienes trabajaban en las fábricas tabacaleras de la capital y de varias ciudades de provincia. Atendiendo a una solicitud de las obreras de la fábrica tabacalera capitalina, que eran madres, el entonces virrey de la Nueva España, marqués de Branciforte (1794-1798), estableció una guardería infantil o «escuela amiga» en dicha fábrica en 179614. Esta fue la primera en América y probablemente en el mundo."

https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/0/09/MuseoBellasA04012009Las_cigarreras.jpg

martes, 14 de junio de 2022

MATRIMONIO DESIGUAL



Desta plática saltamos en la de mi casamiento, porque me dijo que ya tenía edad y perdía tiempo si hubiese de tomar estado, causa que los matrimonios de los viejos eran para hacer hijos huérfanos.

Guzman 2, 8 p 262

domingo, 12 de junio de 2022

EL MUERTO SANGRA



Hablamos de muchas cosas. Preguntóme si otra vez o cuándo había estado en Génova. «¿Ésas tenéis? -dije-. Pues por ahí no me habéis de coger.»> Neguéselo a pie juntillo; sólo le dije que habría como tres años, poco menos, que había por allí pasado, sin poder ni quererme detener más de a hacer noche, a causa de la mucha diligencia con que a Roma caminaba en la pretensión de cierto beneficio.

Díjome luego con mucha pausa, como si me contara cosas de mucho gusto: «Sabed, sobrino, que habrá como siete años, poco más o menos, que aquí llegó un mozuelo picarillo, al parecer ladrón o su ayudante, que para poderme robar vino a mi casa, dando señas de mi hermano que está en gloria, y de vuestra madre, diciendo ser hijo suyo y mi sobrino. Tal venía y tal sospechamos dél, que, afrentados de su infamia, lo procuramos aventar de la ciudad y así se hizo con la buena maña que para ello nos dimos. Él salió de aquí huyendo, como perro con vejiga 74, sin que más lo viésemos ni dél se supiese muerto ni vivo, como si se lo tragara la tierra. De la vuelta que le hice dar me acuerdo que se dejó la cama toda llena de cera de trigo 75. Ella fue tal como buena, para que con el miedo de otra peor huyese y nos dejase. Y pues quería engañarnos, me huelgo de lo hecho. Ni a él se le olvidará en su vida el hospedaje, ni a mí me queda otro dolor que haberme pesado de lo poco.>>

Refirióme lo pasado con grande solemnidad, la traza que tuvo, cómo no le quiso dar de cenar y sobre todas estas desdichas lo mantearon. Yo pobre, como fui quien lo había padecido, pareció que de nuevo me volvieron a ello. Abriéronseme las carnes, como el muerto de herida, que brota sangre fresca por ella si el matador se pone presente %6. Y aun

70 marimanta: «fantasma o figura espantosa» (Dicc. Aut.). 71 cachidiablo: «trasgo, duende»; cfr. it. cacciadiavoli. 72 una... gato: así en Correas.

73 Nótese cómo se anticipa más abiertamente la venganza contra Sayavedra y, a la vez, la amenaza contra cualquier otro continuador de su obra. Gili, abajo: «de hacer noche»>. 74 perro con vejiga: cfr. perro por carnestolendas, I, 3.º, 1, nota 34.

cera de trigo: excremento. La príncipe, abajo: «pezado»>. 76 Se alude a la creencia de que un muerto volvía a sangrar si

75


Guzman 2,7

PRACTICANTES



ver manos gotosas

MANOS GOTOSAS


guzman2,7

pregunte a sí mesmo, por aquí o por allí, qué ha hurtado en esta vida, y para esto sepa que

hurtar no es otro que tener la cosa contra la

voluntad ajena de su dueño. No se me da más que ya no lo sepa como que lo dé con su mano, si es por más no poder o por allí redimir la vejación. Comencélo desde la niñez, aunque no siempre lo usé. Fui como el árbol cortado por el pie, que siempre deja raíces vivas, de donde a cabo de largos años acontece salir una nueva planta con el mismo fruto. Ya presto veréis cómo me vuelvo a hacer mis buñuelos ³5. El tiempo que dejé de hurtar, estuve violentado, fuera de mi centro, con el buen trato; agora doy a el malo la vuelta ⁹6. 36

Cuando muchacho, estaba curtido y cursado en alzar con facilidad y buena maña cualquiera cosa mal puesta. Después, ya hombre, a los principios me parecía estar gotoso de pies y manos, torpe y mal diestro; mas en breve volví en mis carnes. Continuélo de manera, preciábame dello tanto como de sus armas el buen soldado y el jinete de su caballo y jaeces. Cuando había dudas, yo las resolvía; si se buscaban trazas, yo las daba; en los casos graves, yo presidía.

Oíanse mis consejos como respuestas de un oráculo, sin haber quien a mis precetos contradijese ni a mis órdenes replicase. Andaban tras de mí más praticantes que suelen acudir al hospital de Zaragoza ni en Guadalupe 37. Usábalo a tiempo y con intermitencias, como fiebres. Porque cuando todo me faltaba, esto me había de sobrar. En la bolsa me lo hallaba, como si lo tuviera colgado del cuello en la cadenita del embajador mi señor 38, que aún la escapé de peligro mucho tiempo. Era tan proprio en mí como el risible 3⁹,

35 Se alude al refrán, «buñolero solía ser y volvíme a mi menester»>. Cfr. I, 2.0, 7, n. 16.

36 Compárese con lo que dice cuando es paje del cardenal: «Ya soy paje. ¡Quiera Dios que no vengamos a peor! No es posible lo que está violentado dejar de bajar o subir a su centro, que siempre apetece...» (I, 3.0, 7, pág. 424). Gili, abajo: «me pareció»; la príncipe: <<gotozo

37 Como señala Gili, «se refiere al famoso hospital y escuela de medicina de Nuestra Señora de Gracia, en Zaragoza. También en el monasterio de Guadalupe hubo, en los siglos XVI a XVIII, una escuela de Medicina y Cirugía de las más célebres de España». Gili, abajo: «a tiempos». 38 Adviértase la

»>.

mención, de nuevo, de la cadenita que le regaló el embajador antes de salir de su casa. Cfr. II, 2.°, 2, página 156 y n. 10. 39 el risible

: la facultad de reír. Cfr. I, 3.º, 7, pág. 425. 240

Gili:


VENTOSAS Y "SACAS"


Guzman II, cap 7
puntada 25 en los que roban la justicia, pues no los hay ni lo tal se sabe. Mas por ventura si alguno lo ha hecho, ya se lo dijimos, en la primera parte. No del regidor, de quien también hablamos, que no es de importancia ni de sustancia su negocio, pues fuera de sus estancos y regatonerías 26 todo es niñería.

Dirán algunos: «Tal eres tú como ellos, pues quieres encubrir sus mentiras, engaños y falsedades. Que si se preguntase qué hacienda tiene micer N., dirían: 'Señor, es un honrado regidor.' ¿No más de regidor? ¿Pues cómo come y se sustenta con sólo el oficio, que no tiene renta, sustentando tanta casa, criados y caballos?»>

Bueno es eso, bien parece que no lo entendéis. Verdad es que no tiene renta; pero tiene renteros y ninguno lo puede ser sin su licencia, pagándole un tanto por ello, lo cual se le ha de bajar de la renta que pone, rematándosela por mucho menos.

27 ¿Por qué no dices lo que sabes desto y que, si alguno se atreve a hablar o pujar contra su voluntad, lo hacen callar a coces y no lo dejarán vivir en el mundo, porque como poderosos luego les buscan la paja en el oído y a diestro y a siniestro dan con ellos en el suelo, y que son como las ventosas, que, donde sienten que hay en qué asir, se hacen fuertes y chupan hasta sacar la sustancia, sin que haya quien de allí las quite, hasta que ya están llenas? Di, ¿cómo nadie lo castiga?

Porque a los que tratan dello les acontece lo que a las ollas que ponen llenas de agua encima del fuego, que apenas las calienta cuando rebosa el agua por encima y mata la lumbre. ¿Has entendídome bien? O porque tienen ángel de guarda que los libra en todos los trabajos del percuciente 29. 28 >

Di también pues no lo dijiste- que si a los tales, después de ahorcados, les hiciesen las causas, dirían contra ellos aquellos mismos que andan a su lado y agora con el miedo comen y callan. Di sin rebozo que, por comer ellos de balde o barato, carga sobre los pobres aquello y se les vende lo

25 «dar una puntada en un negocio: hablar en él» (Covarrubias). 26

regatonería: cfr. I, 1.º, 1, n. 86.

27 Rico: «a voces»; la príncipe, abajo: «acir»; «de allí los quite»>.

28 ángel de guarda: cfr. I, 1.º, 1, n. 87. La príncipe: «reboza». 29 percuciente: «que hiere o golpea» (Dicc. Ac.).

238

https://www.secretosdemadrid.es/una-curandera-especial-en-la-villa-y-corte/

viernes, 3 de junio de 2022

PREVARICAR



Guzman 2, 164
La justícia del poderoso




mal, apacigüéme con las pasadas consideraciones y determinéme a hablar a un estudiante jurista de aquella universidad, que me informaron tener buen ingenio, a el cual, haciéndole relación del caso, cómo por ser el padre persona tan poderosa, temía el suceso, que me diese parecer en lo que debría hacer, él me dijo: «Señor, ya es conocido Alejandro en esta ciudad. Sábese cuál sea su trato, que bastaba en otra parte para información. Demás que lo que decís es tanta verdad, cuanto a nosotros todos nos consta della. Justicia tenéis y me parece que la pidáis. Ya en toda Bolonia se sabe de vuestro hurto, porque luego como aquí llegó con él, se conoció ser ajena ropa, tanto porque la hizo aderezar a su talle, cuanto porque de aquí no sacó algunos borregos que vender, para poder con lo procedido comprar lo que trujo. Y aun otro compañero de quien él se fio, le hurtó buena parte dello, por ganar también parte de los perdones 4¹. En lo que pudiere de mi oficio serviros, lo haré de muy buena gana.»

42 Con esto escribió la querella conforme a mi relación y presentéla luego ante el oidor del Torrón 2, que es allí el juez del crimen.

Ya sea lo que se fue, si el mismo juez o si el notario, no sé quién, por dónde o cómo, al instante mi negocio fue público. A el padre le dieron cuenta del caso y, como quien tanta mano allí tenía, se fue a el juez y, criminándole mi atrevimiento, formó querella de mí, que le infamaba su casa, de lo cual pretendía pedir su justicia para que fuese yo por ello gravemente castigado. Ello se negoció entre los dos de manera que me hubiera sido mejor haber callado. El hombre tenía poder, el juez buenas ganas de hacerle placer. Poco achaque fuera mucha culpa; que siempre suelen amor, interés y odio hacer que se desconozca la verdad, y con el soborno y favor pierden las fuerzas razón y justicia.

Yo escupí a el cielo 43: volviéronse las flechas contra mí, pagando justos por pecadores. Mucho daña el mucho dinero y mucho más daña la mala intención del malo. Empero, cuando se vienen a juntar mala intención y mucho dinero, mucho favor del cielo es necesario para sacar a un inocente libre de sus manos. Líbrenos Dios de sus garras, que son

41 Alude al refrán: «quien hurta al ladrón cien días gana de perdón» (Correas). 42 il Torrone: la cárcel de Bolonia. 43 escupir al cielo: cfr. I, 1.°, 4, n. 61.

164