lunes, 20 de diciembre de 2021

APRENDIENDO A DIBUJAR



Los niños y las niñas van adquiriendo habilidades (*) según crecen. El dibujo es una de ellas que pasa por una bella fase de garabatos y picassianos diseños. Esta aparente fealdad, ausencia del canon de belleza, sus asimetrías en el diseño puede ser utilizada para simpáticas analogías. Véase, si no, este episodio del Decamerón en el que un astuto mancebo gana la apuesta de una cena demostrando que la familia Baronci es más antigua que otras y por ello más noble.



Sexta Jornada. Narración Sexta (*)


Cuando los jóvenes, que esperaban que dijera otra cosa, oyeron esto, se burlaron de él todos, y dijeron:

-Quieres atraparnos por tontos, como si no conociésemos a los Baronci como tú.

Dijo Scalza:

-No, por el Evangelio, sino que digo la verdad, y si aquí hay alguno que quiera apostar una cena a pagarla quien gane, yo apostaré de grado; aún haré más, que me someteré a la sentencia de quien queráis.

Entre quienes dijo uno, que se llamaba Neri Vannini:

-Yo estoy dispuesto a ganar esa cena.

Y poniéndose de acuerdo en tener por juez a Piero de los Fioretino, en cuya casa estaban, y yéndose a buscarle, y todos los otros detrás para ver perder a Scalza y burlarse de él, le contaron todo lo dicho. Piero, que era discreto joven, oída primeramente la explicación de Neri, volviéndose hacia Scalza luego, dijo:

-¿Y cómo podrás demostrar esto que afirmas?

Dijo Scalza:

-¿Que cómo? Lo mostraré con tal argumento que no sólo tú sino también éste que lo niega dirá que digo verdad. Sabéis que, cuanto más antiguos son los hombres más nobles son, y así decían éstos hace poco; y los Baronci son más antiguos que cualquiera otro hombre, por lo que son más nobles; y si os demuestro cómo son más antiguos sin duda habré ganado la disputa. Debéis saber que los Baronci fueron creados por Dios en el tiempo en que él había comenzado a aprender a pintar, pero los otros hombres fueron hechos después de que Nuestro Señor supo pintar. Y si digo la verdad en esto, pensad en los Baronci y en los demás hombres. Mientras a todos los demás veréis con los rostros bien compuestos y debidamente proporcionados, podréis ver a los Baronci con la cara muy larga y estrecha, y alguno que la tiene ancha más allá de toda conveniencia, y tal con la nariz muy larga y tal con ella corta, y algunos con el mentón hacia afuera o metido hacia adentro, y con quijadas que parecen de asno, y los hay que tienen un ojo mayor que el otro, y aun quien tiene uno más alto que el otro, como suelen ser las caras que pintan primero los niños que aprenden a dibujar; por lo cual, como ya he dicho, bastante bien se ve que Nuestro Señor los hizo cuando aprendía a pintar, por lo que éstos son más antiguos que los otros, y por ello más nobles.

De lo cual acordándose Piero que era el juez y Neri que había apostado la cena, y acordándose todos los demás también, y habiendo oído el divertido argumento de Scalza, empezaron a reírse y a afirmar que Scalza tenía razón y que había ganado la cena y que con seguridad los Baronci eran los más nobles y más antiguos que había, no ya en Florencia sino en el mundo y en ultramar. Y por ello con toda razón Pánfilo, queriendo mostrar la fealdad del rostro de micer Forese, dijo que habría sido horrible en uno de los Baronci.



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