viernes, 28 de enero de 2022

EL PEDAGOGO



La escuela, a la que solo podían acudir los afortunados hijos de las buenas familias, era un lujo. Solo aquellos con tiempo para el ocio acudían a la escuela acompañados y protegidos de sus pedagogos. Siglos después los pedagogos modernos, salidos de las facultades de pedagogía, parece que, en opinión de los docentes de primera línea, están malbaratando lo logrado.
Veamos, de nuevo a Filóstrato y sus ilustrativas historias.



"Unas normas regían la escuela de este sofista. Al que pagaba cien dracmas de una vez le estaba permitido asistir al ciclo completo de enseñanzas. Tenía una biblioteca en su casa de la que podían servirse los alumnos para complementar su instrucción. A fin de que no intercambiásemos rechiflas e insultos, cosa que suele ocurrir en las escuelas de los sofistas, nos llamaban a todos a la vez y nos sentábamos, tras acudir a la llamada, los niños primero, los pedagogos en medio y los jóvenes por separado. Era cosa rarísima que él pronunciara un discurso, pero, cuando se animaba a ello, se asemejaba a un Hipias o un Gorgias. Sus declamaciones eran presentadas al auditorio tras un repaso previo del día anterior. Su memoria, viejo ya de noventa años, era superior a la de Simónides. Se expresaba en sus discursos con sencillez, pero la acumulación de pensamientos recordaba a Adriano." 





2 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Siempre he deseado tener una memoria superior. Así que envidio a Simónides y al maestro de Filóstrato.
    El muchacho de la ilustración parece tener en la mano un ordenador portátil.
    https://youtu.be/wRVUf9kTYYQ Un vídeo sobre el Sherlock Holmes de la serie Sherlock y su palacio de la memoria (mind palace).

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